jueves, 9 de julio de 2009

NECESIDAD DE TRANSFORMACIONES EN LA ONU: 2. UN ALTO A LOS ENFRENTAMIENTOS VIOLENTOS GLOBALES


Episodio del enfrentamiento árabe-iraelí

Si bien la ONU conserva como objetivos al mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, la defensa y promoción de los Derechos Humanos, la cooperación pacífica, y la prohibición de emplear la fuerza para resolver conflictos, existe una suerte de traba en su organización que no permite que estos fines se lleven a cabo satisfactoriamente y con extensión global.

Con el fuerte golpe que significa la actual crisis para todas las sociedades del mundo, se han visto multiplicadas la tensión y violencia social. El pánico que se apodera de los ciudadanos ante la posible pérdida de sus trabajos los llevan a relacionar a los inmigrantes con una potencial amenaza. De esta manera, emergen reacciones xenofóbicas en los ciudadanos locales, que muchas veces incluyen enfrentamientos violentos. Se puede citar el caso de Irlanda, donde hace un mes se produjeron ataques a una colonia rumana. También se multiplicaron este tipo de acciones en países como Grecia y el Reino Unido.


Graffiti en un muro español, en el que se lee "Al inmigrante, paliza constante"

Ante la actual crisis, que conllevó a una pérdida de fuerza y poder de algunos Estados, éstos ya no pueden mediar en los conflictos que los conciernan, y hacerlos cesar. Aún así, la finalización de ellos es vital para el orden mundial y el correcto funcionamiento tanto de los Estados particulares, como de todo el sistema financiero y económico que los rige.

Aquí es donde la ONU debería intervenir. Es necesaria una transformación en sus funciones, ya que los objetivos previamente mencionados no se cumplen, por más necesarios que sean, con la actual organización y rol que desempeña este organismo. Además de una reforma democratizante, que fuerce a los países a respetarse entre sí, es necesario un cambio en el Consejo de Seguridad. O bien se podría crear un nuevo organismo enteramente avocado a la resolución de conflictos internacionales por vías pacíficas, o modificar el funcionamiento de este Consejo para que en él tengan injerencia todos los países, poniendo en juego todos los intereses para ser respetados hasta donde se pueda. Esto llevaría a tener en cuenta las opiniones y urgencias del mundo en su totalidad, para llegar a una resolución que sea lo más beneficiosa posible a escala global, y no sólo para los Estados nacionales particularmente desarrollados.

Como Unión Europea, es posible que este conjunto esté interesado en tener mayor injerencia en las decisiones de la ONU, de forma que se vean plasmados sus objetivos como bloque económico. A su vez puede que se niegue, ya que incluir las opiniones del resto del mundo podría hacer que las urgencias del bloque se vean desplazadas en el tiempo, para su posterior resolución.

Por otro lado, hay que recalcar el posible conflicto que podría presentarse entre EEUU y la UE. Ante una situación similar, el peso que hoy tiene Estados Unidos en la ONU podría ser perjudicial para la Unión. Es de público conocimiento que EEUU ha vetado resoluciones de la ONU en pos de ciertos países, que en realidad le aseguraban un beneficio futuro a sí mismo. Tal es el caso del veto a la resolución que obligaría a Israel a dejar de atacar a Palestina en la zona de la franja de Gaza. Debido a la relación económica y las posibilidades que Israel abre para Estados Unidos, esta decisión fue beneficiosa también para EEUU. Esta es una de las razones por la cual la UE podría aceptar una igual participación de los Estados del mundo dentro de la ONU.

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