domingo, 28 de junio de 2009

PUEDEN LA UE Y EEUU ENFRENTARSE POR EL INTERVENCIONISMO DE SUS ECONOMÍAS ANTE LA CRISIS

A principios de junio iniciaron las votaciones para elegir diputados y renovar cargos parlamentarios en la Unión Europea. Si bien fue avasallante la cantidad de gente que no se presento a votar, que se abstuvo de hacerlo, la victoria terminó siendo para los candidatos con ideologías de derecha, ya que los europeos suelen considerar que la izquierda ha tenido graves errores en el pasado, que resultan imperdonables, y que tal vez correrían un riesgo eligiéndolos hoy en día. Esta elección es de vital importancia para determinar cuáles serán los movimientos en el territorio económico de la Unión, las tendencias que se podrán evidenciar en los próximos meses, y las medidas que tomarán los nuevos parlamentos para intentar frenar la crisis de la que aún no parecen poder reponerse.

Europa levantará las barreras del proteccionismo, al menos con sus ex colonias, como por ejemplo ciertos países de Centroamérica.
“La Unión Europea conserva un proteccionismo propio y ahora que ganó la derecha, lo será aún más”… “¿Por qué ese proteccionismo?, pues porque España perdió cuatro millones de empleos, Alemania y Francia también perdieron empleos y en la parte social son muy cuidadosos, el perder empleos provoca conmoción”, dijo el asesor de una empresa privada de Honduras en materia de tratador internacional, José Enrique Mejía Uclés, en el marco de un posible acuerdo de asociación entre la Unión Europea y el istmo.


Imagen gráfica del aislamiento que representa el proteccionismo


Por el otro lado, tenemos a Estados Unidos y su nuevo presidente, Barack Obama, quien, a modo de resguardar a su país lo más posible de esta nueva crisis capitalista, pretende empezar a regular contratos desde Wall Street hasta las tarjetas de crédito. De esta manera, estaría buscando evitar nuevos posibles colapsos del sistema económico. Dice que su plan tiene como fin más importante modernizar y proteger la integridad del sistema financiero estadounidense. Para esto, se propone imponer transparencia y claridad en todo el sector financiero. Otro mecanismo para lograrlo, que se presenta según el presidente como absolutamente vital, es que el gobierno norteamericano tenga el suficiente poder para intervenir en los sectores que considere necesario para prevenir un nuevo colapso, poder proteger la economía internacional. Para todo esto, propone el implemento de una serie de reformas, que aseguren la solidez de instituciones nacionales, pero también de todo el sistema en general, asumiendo el rol tanto de ejemplo a seguir para otros países, como de líder mundial en todo lo relacionado con estándares regulatorios consistentes en el mundo entero. Considera también necesario que se le derive una considerable autoridad y responsabilidad a la Reserva Federal para regular entidades financieras, no sólo nacionales, sino de cualquier empresa que aparente ser un riesgo para la economía. En este caso, todas estas entidades financieras tendrían que cumplir requisitos inexorables en materia de capital y liquidez.

Otro mecanismo para el control propuesto y pretendido por el presidente estadounidense es la creación de un Consejo de Regulación que tenga el poder de ensamblar a los varios reguladores de mercados, para poder coordinar y compartir la información de alguna manera más eficiente.
Este nuevo poder que reclama Obama, que sin duda cuenta con los medios necesarios para implementar las medidas que desee, ya que se ha aprobado un plan de reactivación de la economía que no ha contando con un solo voto del lado de los republicanos, mantiene preocupados tanto a los europeos como a economistas internacionales. La preocupación deviene del hecho de que ciertas medidas tomadas en situación de urgencia para salvar empleos o industrias nacionales ayuden a crear una suerte de “ola proteccionista” que cubra importantes partes del mundo.

La posibilidad de un enfrentamiento entre el bloque económico de la Unión Europea con Estados Unidos se presenta más que latente. De hecho, data de febrero de este año una insinuación que hizo la UE de denunciar ante la Organización Mundial de Comercio el proteccionismo implementado por el país norteamericano, a raíz de una cláusula del plan de estímulo, que, según el bloque, violaría las leyes del comercio internacional. "Buy American" es el título de la cláusula que posiblemente fuese incluida en el plan de reactivación que causó la queja de los europeos. Mediante ésta se prohíbe la compra de acero y/o hierro de otros países, a menos que dichos materiales escaseen en el país o que se les agregue un 25% de recargo en la factura final. Aunque no es definitiva su integración al plan, la sola posibilidad de medidas de este calibre aterra a la Unión, que declaró, mediante portavoces, que no se quedará como simple espectador si en el documento final esta cláusula figura como valedera.


Cómic que ilustra el temor a un proteccionismo extremo de
EEUU,que recaudaría fondos monopolizando
sectores del mercado.


El embajador de la Unión Europea en Washington, John Bruton, escribió a fines de enero a los principales líderes parlamentarios, a la secretaria de Estado, Clinton, y al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, recordándoles que Estados Unidos y otros países se comprometieron a evitar toda medida proteccionista en la cumbre del G-20 del 15 de noviembre del año pasado, que tomó lugar en Washington.

Además, advirtió que violar ese compromiso podría hacer entrar el mundo en una espiral proteccionista que agravará la situación de sus economías.

Ciertos países europeos podrían resultar gravemente heridos en materia de sus economías, como Alemania, que es el primer exportador mundial, con bastante peso en la siderurgia en todo el orbe. La canciller alemana Angela Merkel afirmó que se debe evitar el proteccionismo, y agregó que había mantenido una conversación telefónica, antes de que saliera a la luz la posibilidad de la cláusula proteccionista con Obama, en la cual se le había asegurado que no se tomarían medidas de esta índole.

Hay ciertos indicios de que estas simples insinuaciones podrían llevarse más lejos en caso de que se siguiera por el camino del proteccionismo. El alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo, textualmente: "Recordemos la vieja verdad: cuando mercaderías, gente y servicios no pueden cruzar las fronteras, son los soldados quienes generalmente abren el paso". Pero no es Inglaterra la única que reconoce el riesgo de un enfrentamiento que podría ser hasta bélico, empresas norteamericanas como Boeing, Caterpillar o General Electric revelaron su intranquilidad ante esa cláusula. Según dicen, podría provocar medidas de represalia. Lo mismo opinaron algunos representantes republicanos norteamericanos, hay que tener en cuenta que este sector fue el opositor al plan de Obama, que señalaron que Buy American podría desatar una guerra comercial.

Para la Unión Europea, esta posibilidad es mucho menos que alentadora, aunque insinúa que tomará medidas en caso de que Estados Unidos alce las barreras del proteccionismo. En el medio de una debacle como esta, a ningún país le convendría involucrarse en un enfrentamiento que ocasione más daños que los que ha sufrido la economía internacional. Para evitar una situación peligrosa para la Unión Europea, se deberían establecer diferentes acuerdos tanto con Estados Unidos como con otros países, siempre resguardando la integridad de las economías del bloque. No hay duda de que en cualquier pacto que se lleve a cabo la Unión se encargará de proteger sus propios intereses primero, ya que siempre lo ha hecho.

Aparentemente la UE ya se está encargando de establecer relaciones económicas y de destrabar el comercio con diferentes sectores del mundo. Un ejemplo es el reciente acuerdo sobre el ingreso de carnes de Estados Unidos en la Unión Europea. Ésta aceptará un contingente de 20.000 toneladas de carne proveniente de Estados Unidos, sin costos de arancel por tres años, y aparentemente luego lo aumentaría a 45.000 toneladas el cuarto año. Para respaldar el hecho de que la UE se focalizará principalmente en sus propios intereses, contamos con el hecho de que a Uruguay le ha otorgado un cupo de tan sólo 6.300 toneladas de carne, sin importarle el duro golpe que esto representa para la economía uruguaya, ya que la carne es el principal producto nacional, y que la Unión es el principal destinatario, que ahora, recortando su pedido, desestabilizaría la balanza comercial uruguaya.

Se podría decir que la UE está interesada en establecer lazos con Estados Unidos, ya que a demás del pacto sobre la importación de su materia prima, a afirmado que aprobarán nuevas normas para endurecer la supervisión bancaria, como propuso Obama. La Union propone la creación de tres organismos europeos para garantizar nuevas normas sobre supervisión financiera. De esta forma se alinearía con el pensamiento norteamericano sobre ciertas medidas a tomar.

BIBLIOGRAFÍA:

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